La AMDE conmemoró el Día Internacional de las Mujeres en la Diplomacia con un coloquio en el que, como destacó la Presidenta de la Asociación, se quiso poner en valor la experiencias de las diplomáticas españolas más veteranas y reflexionar con ellas sobre los avances logrados en materia de igualdad en estos años y los retos que todavía persisten.
Participaron como ponentes las Embajadoras Mª Jesús Figa, Anunciada Fernández de Córdova y Beatriz Larrotcha (la primera ya jubilada, las dos últimas en activo), quienes ingresaron a la Carrera Diplomática entre 1978 y 1987. El debate, moderado por la Embajadora Arancha Bañón, directora de la Unidad de Igualdad del Ministerio, se articuló en torno a tres cuestiones principales: la motivación para escoger la profesión diplomática en un momento en que apenas había mujeres en este ámbito, las experiencias más satisfactorias en sus carreras y las principales dificultades a las que se habían enfrentado.
Las ponentes mencionaron distintas razones que les habían llevado a interesarse por la diplomacia (su formación internacional, en un caso, la experiencia como hija de un diplomático, en otro, el conocimiento de idiomas), pero todas coincidieron en que en su momento no se plantearon si este era un ámbito en el que hubiera lugar para las mujeres, y que a día de hoy siguen creyendo que acertaron en su decisión.
En cuanto a la labor que han desarrollado como diplomáticas, las tres Embajadoras destacaron la importancia de los asuntos consulares y, especialmente, de la asistencia a españoles ante situaciones de emergencia. Lo más gratificante de su trabajo han sido aquellos momentos en que pudieron ayudar o acompañar a ciudadanos en situación de necesidad, y que contribuyeron de forma práctica a los intereses de España, por ejemplo en el ámbito económico. Comentaron también la relevancia de la creatividad, la capacidad de improvisación y del sentido común para el trabajo diplomático y la necesidad de contar con un buen equipo.
Las tres ponentes coincidieron también en que el mayor reto estaba y sigue estando en la conciliación, especialmente, debido a los fuertes cambios en los modelos de familia. La movilidad de los diplomáticos obliga en muchos casos a las familias a renuncias difíciles y la presión sobre las mujeres en relación con la maternidad no sólo no ha disminuido, ha ido en aumento. La principal conclusión del debate fue sin duda la necesidad de ser creativos y buscar mecanismos para la conciliación que nos permitan mantener un servicio exterior funcional.
Adicionalmente, el Subsecretario del Ministerio, D. Manuel Cuesta Civis, abrió el coloquio con unas palabras destacando los positivos avances de los últimos años. España se ha posicionado como referente en política exterior feminista además de contar con nuevas promociones con mayor - e incluso mayoritaria- presencia de mujeres. Destacó la paridad alcanzada en altos cargos, los esfuerzos por mejorar la formación incluyendo módulos sobre igualdad, el nuevo protocolo contra el acoso sexual y por razón de sexo así como las negociaciones con los Ministerios de Hacienda y Función Pública para mejorar las herramientas de conciliación y apoyo a las familias, tan necesarias.
El evento resultó de gran interés para las asistentes, fue una oportunidad estupenda para reflexionar sobre lo logrado siendo conscientes de que, pese a que queda aún mucho por andar, el papel de la mujer en Diplomacia y en nuestro Servicio Exterior es más importante y está más reconocido que nunca.